¿Pedos vaginales? Todo lo que siempre quisiste saber.
¡Qué pena! Imagina que incómoda escena: Estás a gusto con tu pareja, “amigovio”,”free” o “pior-es-nada” en plena pasión, cuando de repente se oye un terrible sonido saliendo de tu vagina, te quieres morir, tratas de explicar que no te echaste un gas, pero no te creen, intentas pasarlo por alto, pero tu mente sólo piensa en eso, ¿por qué a mí?, ¿qué fue ese sonido?, ¿por qué me salió aire de ahí?
¡No te preocupes! Eres totalmente normal
A la gran mayoría de las mujeres nos ha pasado, que cuando estamos teniendo relaciones pummmmm, se escucha un “pedo” y se te arma de “a pedo”, jajaja literal piensas que si no bastaba con los gases traseros ahora también hay que aceptar los vaginales.
Pero tranquila.
Estos gases no son producto de la fermentación de la comida, no provienen del estómago o los intestinos, sino de la vagina. Pues es el aire que sale cuando introduces algo (llámese dedos, pene o juguetes sexuales), ya que la vagina al ser un espacio flexible (como cuando se tiene un parto natural), se logra adaptar y regresar a su tamaño. Como por ejemplo cuando inflamos un globo y crece gracias a la elasticidad, para posteriormente volver a sus dimensiones originales, sin embargo en ese proceso al soltar el aire del globo suena pummmm, parecido a nuestras vaginas.
Por lo tanto no tienes nada de qué alarmarte, para la próxima sólo explica a tu pareja o parejas de dónde proviene ese sonido, con el ejemplo del globo y quedarás mucho más relajada.
Por cierto, si tu pareja se comporta de manera grosera, inflexible o intolerante, ¡ten cuidado! pues es otra forma más de violencia, la cual no debes de soportar, ya que son funciones fisiológicas de nuestro organismo que permiten que se funcione perfectamente y nadie nos debe hacer sentir mal. Así que no vale la pena mantener una relación, ni siquiera sólo el puro contacto físico, con alguien que no respete y valore tu cuerpo.
¡Cuídate mucho, respeta y ama tu cuerpo!
Christian Michelle León Turrubiates – Lic. En Psicología, Educadora para la paz, Educadora Sexual, Sexologa Clínica y Psicoterapeuta Sexual.