De chica a chica: hablemos de algunas cosas sobre la menstruación

Sí, chicas. Levantarse temprano, correr a la cita con los compañeros del trabajo, rezar porque el metro no se quede parado o ya no llegué a la clase, que si ya preparé o no el desayuno del hijo, que si ya pasé a la tintorería, hoy es el último día para verificar el carro y no he pagado mi colegiatura. Manchas ya no tiene croquetas y falta el mensaje para saber si sí nos vamos al rato al cine.

¡Diablos! De plano estamos en todo. Y en esos días debemos preocuparnos por una serie de puntos extras que voy a resumirte porque ya sé que no tienes tiempo para cantaletas.

1. Recuerda que es importante cambiar tu toalla femenina o tampón cada cuatro horas en promedio. Ya que conoces tu cuerpo, ya sabes cuándo es momento. Si eres de las chicas que apenas están empezando con su periodo o que están mil apuradas frente a una computadora o detrás de un escritorio y no ve el paso del tiempo, haz una pausa y ve (programa alarmas, si es necesario).  Recuerda que toda esa sangre es una combinación de sangre como tal y fluidos que empezaran a derramarse si no cambias tu protección.

2. Es cierto, los tampones resultan una gran opción para ir a nadar, a correr, al gym o si te genera angustia que pueda haber un accidente. Sin embargo, recuerda que tienen una capacidad de absorción y que esa sangre menstrual no de todos modos va a salir. No, un tampón no te va a servir para tooodoooo el día. Necesitas cambiarlo varias veces.

3. Si usas un DIU, no te recomiendo que uses tampones porque estos podrían rasgarse y un pedacito quedaría ahí. No es una generalidad, pero soy de la idea de que prevenir ser la excepción es una excelente idea. Tampoco debes dormir con uno puesto porque podría producirse un shock tóxico por la acumulación de sustancias tóxicas de las que está hecho el tampón.  Te recomiendo usar toallas (ecológicas son una gran opción) para la noche.

4. Revisa la fecha de caducidad de las toallas y de los tampones que usas. Sí, sí tienen. Además, es importante considerar que no hayan sido expuestas al sol o a la humedad. Así que búscales un lugar seco y con sombrita para guardarlos, más si eres de las que compra a mayoreo estos productos.

5. ¡Que no te de pena! No vayas a la farmacia o al súper escondiéndote como si estuvieras haciendo algo malo. No llegues y agarres lo primero que encuentres en el pasillo y corras a la caja. No vayas y le susurres a quien te atienda en la farmacia algo tan vago como “Quiero unas toallas”, ¿nocturnas, con o sin alas, marca? Calma. Aprende a conocer qué tipo de toalla o tampón es el que te conviene dependiendo de la cantidad de flujo que tienes. Ve sin pena a comprar y date tiempo para comparar precios, tamaños, hasta las bolsitas si quieres. Yo te recomendaría tener un kit, sí. Unas que sean de flujo abundante, sobre todo para los primeros días, y otras para flujo regular, ya para cuando sientes que no hay tanto, pero que debes seguir cambiando durante el día, y las de la noche.

6. Si eres de las que usa panti protector, recuerda que también tienes que cambiarlo cada cuatro horas. En primera porque la cantidad de absorción no se compara con el de una toalla femenina. En segunda porque tu piel debe respirar y mejor que siempre esté en contacto con algo limpio.

7. Existe la opción de usar toallas ecológicas que puedes lavar en tu casa y, así, evitar generar más basura para este mundo. Tu sangre es tuya y no tiene nada que te contagie o te haga daño. Una vez que la usas la puedes lavar con jabón neutro y volverla a usar sin problema.

8. No olvides tener en cuenta que también existen las copas menstruales, tanto las reutilizables como las desechables. Es cuestión de probar con cuál te sientes más cómoda. Las copas siempre te ayudarán a conocer tu cuerpo en todos los aspectos. En siguientes post hablaremos de ellas.

 

Ahora sí, amiga. No te quito más tu tiempo. Ve a hacer las mil cosas que tienes por hacer. Sólo no te olvides de ti misma.

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